Otros controles de explotación: erosión de taludes y obras de drenaje

La Vigilancia Ambiental de un parque eólico en su fase de operación y mantenimiento implica muchas cuestiones más allá de la afección a las aves. Entre estas se encuentran la vigilancia de la erosión y el seguimiento del estado de las obras de drenaje. Ambas están muy relacionadas; veamos por qué:

La erosión de los taludes depende de los materiales que forman el terreno, la posible cobertura vegetal que los sustenta, la pendiente, y la exposición a los agentes erosivos, especialmente las precipitaciones y el viento. Así, lutitas, margas y arenas son los más susceptibles a erosionarse, ya que la cohesión de sus granos es pequeña. Sin embargo, los conglomerados y las rocas calizas o cuarcíticas permanecerán inalterables con el paso de los meses, e incluso de los años. 

Las obras de drenaje, como cunetas y drenajes transversales, se ven afectadas por este proceso. Cuanto más material se erosione en los taludes, más se colmatará la infraestructura de drenaje. En cambio, es más difícil que ocurra en zonas llanas formadas por cantos o rocas consolidadas. Por este motivo, es importante que las obras se mantengan limpias, ya que en periodos de fuertes lluvias pueden desbordarse, afectando a caminos y campos aledaños. Además, la plantación y mantenimiento de vegetación con especies autóctonas en los taludes ayuda a prevenir la erosión, así como a contribuir a la riqueza del suelo y la biodiversidad.